sábado, 29 de noviembre de 2014

¿PROGRAMA?: PROGRAMA, PROGRAMA, PROGRAMA








¿PROGRAMA?: PROGRAMA, PROGRAMA Y PROGRAMA


Fuera de la realidad
Podemos propone un cambio económico sin precisar cómo se financia ni sus consecuencias


Podemos diluye sus propuestas en un proyecto de “gobierno progresista”

El partido de Iglesias quiere debatir el plan con empresarios, pymes y agentes sociales





Que PODEMOS tiene gran parte de la carrera por ganar el poder político hecha, que lo consiga o no, eso es otra cosa, lo demuestra lo que ha pasado en relación con toda esa historia de lo del programa de PODEMOS.
Se esperaba el programa en todos los ámbitos de la vida pública española, con mayor interés que lo que pudiera decir el señor Ministro del ramo sobre asuntos de su incompetencia.
Como era de esperar, el programa económico de PODEMOS, el documento base para elaborar ese programa, no le ha gustado nada a los de siempre. Que si es irrealizable, separado de la realidad, una carta a los reyes majos, etc.
Es curioso que cuando en el programa del PARTIDO POPULAR, en estas últimas elecciones se prometió la creación de tropecientos mil puestos de trabajo, bajar impuestos, etc.,  aún cuando al mismo tiempo se reconociera que estábamos en mitad de una crisis de caballo, no se dijo de algo tan creativo que fuera irrealizable.
Esta doble vara de medir es notable, notable de que los incumplimientos del PARTIDO POPULAR no inquietan ni poco ni mucho a la verdadera clase dirigente nacional e internacional, pero los posibles cumplimientos de PODEMOS en lo que termine siendo su programa, sí que  inquietan, y mucho ¿Por qué será?
A esos inquietos les invito a que consideren los peligros de que la UE de diluya cada vez más en un mero acuerdo entre Estados, enfrentados éstos, cada vez más, a sus votantes.
Quien no vea ese peligro es que está ciego.
Y ese peligro, para mi real, no se combate eficazmente con las políticas seguidas hasta ahora. Los ricos han de ser solidarios con los pobres, o todos perderán. La situación actual es inestable, temporal y transitoria, y la democracia, tal como la conocemos, no se puede salvar con más desigualdad. La mera palabrería tampoco va a ayudar nada a resolver la tormenta que se avecina.